Como alambre de espinos
me rodeo tu recuerdo
liberar el alma intentaba
y a jirones me quedaba.
En dama oscura me convirtió tu amor
conseguí huir de tí
liberé la luz de mi interior.
En soledad contemplé la casa que no existió
casa de miel y luna solo en mi imaginación.
Alejándome de ella
la angustia me fue inundando
por que pudo ser y no fue
¡ Qué lejos se va quedando!
Un horizonte amarillo persigue mi caminar
descienden las sombras
no tardaran en llegar.
Sin miedo en mi corazón
recorro este sendero
será que no queda sitio
o que aún lleno está de dolor.
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El tiempo curó mi herida
olvidé ya tu mirada
llegó, esperado momento
¡ Ahora sólo quiero calma!
Asaysa Heras.
2 comentarios:
Sereno y ´seguras las palabras, el destino bien trazado.
Gracias amiga, un beso.
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