domingo, 16 de mayo de 2010

Desilusión


Deseo unos brazos
que envolvieran su cuerpo
que compartieran ternuras
y besos de amor y sueños.

Acíago fue el destino que llegó
que hizo errar la elección
quitó la máscara al corazón
y en medio de dolor te vistes.

No era el amante soñado
no fue dulce, ni fue atento
ni fue el principe del cuento
que alimentó tu ilusión.

Asaysa Heras.

3 comentarios:

Juana Infante dijo...

Historia demasiado repetida a demasiadas mujeres, los ojos del amor son bastante miopes por desgracia. Te ha quedado precioso.
Un beso de Davinia

mariant iberi dijo...

Que razón tienes, que pocos principes hay y azules creo que están extintos.
Besotes Asy

Unknown dijo...

Si querida Geraldine y Mariant, los principes ya no existen y por mi parte me alegro.¿Para qué un principe si no somos princesas ni falta que hace?
Besotes a las dos

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